Siempre hemos creído que la responsabilidad se puede suceder “luego de” que hicimos algo. Esa es la clásica manera de entender la responsabilidad que la mayoría tiene. Sin embargo, debemos saber que como privilegio de ser humano, haciendo uso de una facultad intelectual superior, nuestra imaginación, es que podemos desarrollar una responsabilidad “antecedente”, hacernos responsables de algo que pueda suceder. De hecho, esto es un privilegio exclusivo de ser humano y que nos reafirma como tales. Podemos, debemos, responsabilizarnos de algo que pueda suceder incluso cuando todavía no sucede, debido a que sabemos cómo nuestros actos presentes fraguan un resultado futuro.
De esa manera se incrementa nuestro poder sobre nuestras acciones. La fuente de es poder es la adquisición de conocimiento. Mientras más conocimiento adquiramos acerca de cómo funcionan las cosas en este mundo dominado por la ley de “acción-reacción”, más responsabilidad antecedente desarrollaremos. Por eso es tan grave no adquirir conocimiento. Ahora bien, sé que no podemos saber todo de todo, sería imposible, pero sí existe un conocimiento trascendente que todos deberíamos adquirir: lo básico acerca de nuestra salud, nuestras finanzas y nuestras relaciones humanas. Y aquí te repetiré algo de lo que he insistido bastante en mis conferencias: este tipo de conocimiento difícilmente lo adquirirás en el modelo educativo tradicional, en la escuela incluso a niveles superiores. Es un conocimiento que está ahí, disponible para todos nosotros, pero que nadie te va a enseñar en el modelo educativo mexicano tradicional. ¡Tú sólo tienes que ir en busca de ese conocimiento y adquirirlo! Y así, tú sólo eres el que podrá mejorar enormemente su calidad de vida. No lo sé, pero a mí me parece que el modelo educativo mexicano tradicional está diseñado, precisamente, para que no sepas lo que debes saber y lo que te salvaría de muchos problemas. Pero alguien está ganando mientras mantiene la ignorancia de las mayorías. ¿Cómo lo logran? Diseñando programas de estudio en donde se enseñan muchas cosas que no te servirán para nada en cuanto a mejorar tu salud, tus finanzas personales o tus relaciones humanas. Se trata de “ocupar tu tiempo” adquiriendo un conocimiento inútil para esos trascendentes objetivos y así imposibilitarte, por la falta de tiempo, para que adquieras un conocimiento que sí te salvaría, que sí te ayudaría, que sí mejoraría tu calidad de vida. Te digo, alguien esta ganando algo, y mucho, manteniendo la ignorancia de algo trascendente mediante el hecho de dar conocimiento inútil. El plan yo lo percibo maquiavélico, porque con la imagen pública de brindar conocimiento, así mantienen la ignorancia. Para mayor claridad: con la imagen pública de dar conocimiento inútil para la vida real y práctica, imposibilitan al estudiante al ocupar su tiempo, para que aprenda lo que sí le va a servir en la vida real. ¿Fuerte esta suposición? Sí, lo es. Pero así funciona esto. Aquí se abren dos posturas: (1) Decir: “…uf, pues sí, qué terrible”, y ya. O (2) sabiendo esto, dedicarse a título personal a aprender aquello que nos libera y nos sirve realmente. Yo toda mi vida he optado por la segunda postura y mi vida así ha mejorado siempre en maneras sorprendentes. Yo sólo he tenido que investigar, leer, preguntar a expertos, leer blogs, atender webinars, asistir a conferencias, etc., y esa inversión de mi tiempo y dinero ha sido de lo más inteligente que he podido hacer en mi vida. Te podría citar muchos ejemplos, pero para fines prácticos de esta breve columna, dos:
Si pudiera darte un ejemplo de prevención, por citar uno de tantos que hay, deberías de tomar diariamente, ya como un hábito natural en tu vida, un suplemento de ácidos grasos omega 3. Hoy está más que demostrado el beneficio que hay para prevenir enfermedades neuro-degenerativas, mejorar tu salud cardiovascular, tus articulaciones y hasta tu salud ocular. ¡Todo eso mejora, previniendo enfermedades en esos ámbitos, el hecho de tomar diariamente este valiosísimo suplemento! Yo no sé tú, pero si a mi me dicen y me demuestran científicamente que “algo” puede disminuir el riesgo de padecer Alzheimer, si “algo” disminuye la posibilidad de vivir esa tragedia, ¡yo me lo tomo! Si además es un suplemento que es barato, ¡con más razón me lo tomo! Si me lo tomaría aún si fuera caro, qué decir si además es barato. Si me dicen que hay que tomarlo diario y para siempre para que surja efecto y lo mantenga. ¡Me lo tomo diario! Así de sencillo es esto. Pero como no conoces, no lo haces. O como conoces muy poco del proceso, entonces lo hacer un mes y lo dejas. La gente enferma por no saber. Ese es el verdadero origen de muchas enfermedades. Yo, en lo personal, tomo diario un paquetito de suplementos que sé que hacen mucho bien, en mi presente y en mi futuro. Haciendo clic aquí puedes conocer qué es lo que yo tomo diariamente. Si dejar de comer azúcar es extremadamente benéfico para la salud. ¡La dejo de tomar! Sólo hay que saber del tema. Y de este ejemplo, bendito sea Dios, ya está plagado internet con información de gran valor. Sólo necesita tú solo ir a buscarla y dedicar tiempo a leer. Ahora bien, aquí debo decirte algo muy fuerte: aun sabiendo, no es suficiente para emprender la acción. ¡Yo mismo sé de ciertas cosas que me podrían mejorar y no las hago! Falta un elemento en esta misteriosa ecuación que termina en emprender la acción. Pero este tema es tan basto que será tema de otra futura columna. Existe un "elemento ignición", del que en un futuro hablaré. Sin embargo, saber es ya un primer gran paso, uno esencial para empezar un proceso que terminará en emprender la acción que geste un nuevo hábito en nuestras vidas. Estimado lector, estimada lectora, de verdad, de corazón, te felicito por investigar por tu cuenta. Te tengo una buena notica, y más si ya has llegado hasta aquí (lo que mucho menos, de los ya pocos que leen, logran). Existimos personas que nos dedicamos a investigar y a enseñar todo aquello que en el modelo educativo tradicional no se enseña. ¡Esto es una gran ventaja para ti! Existimos personas que nos la pasamos estudiando, leyendo, investigando para luego, compartir de una manera más digerida y sencilla la información con la gente. Incluso otros somos, además, investigadores, y somos la fuente de información de ciertos hallazgos que mejoran la calidad de vida de una persona. Leer a autores así, ya es un atajo de gran valor para tu vida. Por ello te vuelvo a felicitar por estar leyendo aquí. Y de hecho, así, tu lectura le da sentido a mi trabajo y nos coloca a los dos en la bendita ventaja de vivir con responsabilidad antecedente, ahí donde prevenimos, donde evitamos dolor y tragedia, produciendo mayor posibilidad de salud en todos los sentidos, física, emocional, intelectual y hasta financieramente en nuestras vidas. Te invito a aprovechar lo que he creado para ti en mi página, información de valor disponible para ti las 24 horas del día, los siete días de la semana, para que puedas ver conferencias enteras, webinars o escuchar audios, y todo en la comodidad de tu celular o tableta o computadora. Haz clic en cada opción y espero aproveches lo que juntos podemos prevenir para bien propio y el de nuestra familia y amigos. Recuerda… «Si entiendes, cambias». –Alejandro Ariza Z.
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A veces pienso que la vida no es más que la oportunidad de producir chispas de gozo. Oportunidad porque es opcional, producir porque hay que hacer algo para generar y experimentar ese gozo y chispas porque aunque pueda ser intenso, dura muy poco.
Por alguna razón, hoy quise hablar contigo de esto, más que nada obedeciendo a mi intuición que me lo indicó así. Y aquí estoy para ti, o quizá sea mejor decir, para nosotros. Mucho de lo que escribo, me lo escribo también. Cada vez siento más lo exageradamente rápido que está pasando el tiempo y, así, cada vez más lo breve de las chispas de gozo. Sé que decir “está pasando el tiempo” es tan sólo una manera de expresarse, porque la verdad el tiempo no pasa, el tiempo ahí está, estático y permanente. El que está pasando es uno en ese tiempo, pero con esa otra manera de expresarse nos daríamos cuenta de nuestra breve oportunidad para vivir la experiencia de ser humano y no nos gusta saber que estamos de paso y que la experiencia terminará. Sí, se oye dramático. Y se oye correcto. Y es que cuando vives la dicha de producir muchas chispas de gozo a lo largo del día, todos los días, vas empezando a sentir en algunas de esas chispas el aderezo de la nostalgia por imaginar que algún día esa oportunidad se acabará. Porque con absoluta certeza se va a acabar algún día nuestra experiencia de ser humanos. Pero, mejor sigamos con el tema. Es un hecho que a todos nos mueve la búsqueda del placer o la evasión del dolor. Estamos en permanente búsqueda de la felicidad y eso es normal. Y, si somos honestos, vivir la experiencia de ser humano a veces es una paradoja porque, sabiendo que buscamos la felicidad y tendemos permanentemente al gozo, hacemos todo lo contrario a ese natural objetivo y así nos lo perdemos, por elección propia. Sabes que algo te va a quemar y eliges poner la mano entera ahí. Por esta absurda paradoja que muchos vivimos a momentos, es necesario hacer un alto para observar la magnitud del absurdo y así, por un golpe de conciencia, quitamos la mano y entendemos que jamás deberemos volver a ponerla al fuego. De hecho, esta es la maravillosa oportunidad que nos da una lectura como esta. Es una invitación a hacer ese alto y conocer, reconocer, pensar para entender y así, cambiar, así mejorar, así ser un humano más pleno, más feliz. Así de golpe un ejemplo: no eres nada feliz con tu pareja y ahí sigues. La mano en el fuego y no la quitas porque tú así lo eliges. ¿Dónde estaría la chispa de gozo en esa circunstancia?, circunstancia donde libremente eliges permanecer con quien no quieres estar. Tengo una teoría: la chispa de gozo radica en tu imaginación, en creer que algún día “algo pasará” y terminará todo ese sufrimiento. Sin duda eso pasará. Morirás y ahí todo acabó. O morirá tu pareja y listo, ahí acaba tu cruz. O quizá no habías pensado en esto y tu “algo pasará” para que acabe es otra cosa, misma que, apuesto, no tienes ni la mejor idea de qué sea, pero mantienes la ilusión de que algún día acabe tu sufrimiento. Aquí es donde necesitas un golpe de conciencia: no va a pasar nada si tú no haces que suceda. ¿Quieres más ayuda para que el golpe sea más fuerte? Te queda poco tiempo de vida. No sé qué edad tengas, pero sea la que sea, queda poco tiempo. Y de ese poco tiempo que queda, crees que “algo pasará” para que tu vida mejore. Por vivir esperando, se va acabando tu vida sin chispas de gozo, por esperar a que “algo pasara” para que llegara la chispa esa. De repente, mueres. En tu epitafio se podrá escribir: “Aqui yace quien se quedó esperando las tantas chispas de gozo que le estaban reservadas si se hubiera atrevido a hacer lo necesario para vivirlas, pero prefirió esperar tanto a que llegaran solas, que se murió sin vivirlas”. Puse el ejemplo de una pareja con quien ya no quieres vivir desde hace tiempo, pero fue sólo por citar el ejemplo, porque puede haber otro quizá peor: tu trabajo. ¿Cuántas horas del día pasas en tu trabajo? ¿Te imaginas que no te haga feliz? ¿Hacemos cuentas de tu tiempo de tu vida como humano que estás desperdiciando, del ya poco que te queda? Mejor no me pidas que hagamos cuentas, te angustiaría más de lo que ya debes vivir ahí mientras trabajas, aunque te haría bien como golpe de conciencia para dejar ese trabajo hoy mismo y salir a hacer lo que te genere tus chispas de gozo. En la manera de cómo te ha cambiado el carácter desde hace tiempo, sabrás que no estás haciendo lo que viniste a hacer a este mundo. Sufres por elección propia. No generas ni una chispa de gozo esperando que algún día “suceda” alguna. Querido lector, querida lectora: las chispas de gozo no suceden, se generan. Aquí radica la oportunidad. Se trata de entender el concepto de “oportunidad”. El diccionario de la Real Academia define la palabra oportunidad como “Circunstancia, momento o medio oportuno para realizar o conseguir algo”. Aquí me llama la atención, por lo que aprendí en Lógica, que no se debe definir con lo que se está intentando definir. Por eso me brincó que en la definición de oportunidad hasta el diccionario use la palabra “oportuno”. Entonces mejor me fui a investigar la definición de oportuno: “Que se realiza en un momento que es bueno o favorable para producir el efecto deseado”. Esto me gustó más. Nota el énfasis en “realizar”, es decir, TIENES QUE HACER ALGO opcionalmente. Tú decides. ¡Tienes el poder para elegir seguir igual o mejorar! Y estás a un instante de decisión de distancia. La vida te puede cambiar en un segundo, o mejor dicho, tu vida la puedes cambiar en un segundo, que es más o menos lo que tarda una decisión. Es opcional, tú eres libre de elegirla en todo momento e implicará un cambio, es ese “hacer” del que te hablo, pero como cambio al fin, aquí también puede implicar el “dejar de hacer”, precisamente para tener el tiempo para hacer lo que requieras para producir tus chispas de gozo. Se necesita tiempo para producirlas, pero si estás ocupado en sostener el dolor, será imposible producir chispa de gozo alguna. Sí querido lector, sí querida lectora, necesitamos tiempo y espacio para producir chispas de gozo. Necesitamos hacer cambios en nuestra vida para tener ese tiempo y ese espacio. Aquí te quiero volver a repetir: ese tiempo y ese espacio para producir chispas de gozo, “no llegará” solo. Tú necesitas crear ese espacio y ese tiempo para realizar, para hacer lo necesario y prender tus chispas de gozo. Si estás esperando a que llegue un superhéroe a salvarte, déjame revelarte, déjame decirte que el superhéroe eres tú. ¡No más que ahí sigues vestidito de Clark Kent con cara de no sé por qué sufro con este jefe que me maltrata, sabiendo que detrás de esa imagen está Superman! En fin, tú eliges. Por eso te dije al principio que creo que la vida es una oportunidad para producir chispas de gozo. Usé la palabra oportunidad porque todo el tiempo es opcional, y producir porque tendrás que hacer algún cambio. ¡Ah! Y algo más en esto de hacer… si logras tener las agallas para producir tus chispas de gozo, ahora también necesitas “hacer conciencia” de ellas para gozarlas aún más. ¡Qué no se te pase de largo esos segundos de gozo! La manera: vivir más consciente de las chispas de gozo. ¿Cómo? Agradeciendo haberlas vivido. Si un bocado te supo delicioso (chispa de gozo), cierra tus ojos un momento y en tu interior agradece profundamente haberlo vivido. Yo, mientas te escribo esto, me preparé un exquisito café, y en varios sorbos, tuve que detenerme cerrando los ojos para agradecer el inmenso gozo que sentí en el segundo (o fracciones de segundo) que duró el placer. Agradeciendo la chispa de gozo haces conciencia de ella y su duración la puedes extender un poco más. Podrás producir tantas chispas de gozo al día como agallas tengas para vivir feliz. Las agallas las puedes sacar de la conciencia de poco tiempo que te queda de vida. Yo de ahí las saco casi a diario. Ayer, por alguna extraña razón (muy extraña, por cierto) volví a ver la sublime película de “Avatar”. Cuando en una escena en donde el protagónico está grabando un video a manera de registro de su actividad, con quien veía la película me hizo notar que (supuestamente) se estaba grabando en el año 2124, como lo mostraba el registro de la cámara. Si no me lo dice con quien estaba viendo la película, nunca lo habría notado. Yo estaba concentrado en los ojos y la actuación del protagónico y atendiendo a lo que decía, jamás volteé a ver las letritas de la supuesta cámara de video donde, según esto, estaba guardando un registro de su actividad. Eso me hizo pensar por un segundo: “Uf… ya no estaré vivo para cuando se haga un festejo de la película por haber llegado en la vida real a ese año”. ¿Recuerdas cómo se hizo un tipo de festejo cuando en la película “Back to the future”, los que permanecimos con vida en 2015, llegamos así en la vida real al futuro que se planteaba en 1985 en la película? Allá en 1985 se veía tan lejos el 2015 que fue la futurización de la película. Ayer que vi en Avatar el supuesto año en que se estaba sucediendo precisamente esa futurización de la tecnología, 2124, ahí me di cuenta de que a ese año sí no le llegaré. En plena película sentí nostalgia de que ya no estaré como humano para aquel año. Ahí, así, súbitamente decidí gozar más intensamente la película, más intensamente la pizza que me estaba comiendo y más intensamente la buena copa de vino tinto que tenía a mi lado, así como la compañía que tenía y la dicha de saber que puedo producirme momentos así. Varias chispas de gozo, muchas, sucediendo al mismo tiempo. Quizá producir momentos así es el arte de saber vivir bien. Es el arte de saber producirte chispas de gozo. E igualmente me sucede cuando trabajo. ¡Ahora mismo mientras escribo lo siento, me encanta escribir! ¡No se diga cuando dicto una conferencia! Cuando doy consulta. Todo diseñado por mi atrevimiento a producir ese diseño. En ninguna escuela me enseñaron a vivir como vivo. Tuve que serle fiel a mis emociones y seguirlas para diseñar la vida que vivo. Y no, no soy nadie especial, ¡hay miles de personas que viven así! Repletas diario de chispas de gozo, por atreverse a ser y hacer lo que realmente les genera placer, por saber que ahí radica la oportunidad de estar vivos. Si no vives frecuentes chispas de gozo, te puedo apostar a que es porque no has terminado de decidirte a vivir como estás diseñado para. El reto para vivir feliz la mayor parte del tiempo que podamos es que no hay nadie a quien pedirle autorización, salvo tú mismo. Te preocupa el qué duran si te atreves a producir chispas de gozo. ¡Qué tremendo error que te está constando la vida! Elimina tu ego (que es el que se preocupa por el qué dirán) y produce tus chispas. Tu alma sabe cómo y tu espíritu te lo viene susurrando al oído desde hace mucho tiempo. Si estás viviendo algo que te amarga la vida, ¡déjalo de hacer! Si te has creído la idea es de que “todo lo que inicias, acábalo”, ¡no lo creas así! Sobretodo si aquello que iniciaste ha apagado tu vida, si aquello que iniciaste te ha arrebatado con toda evidencia tu alegría de vivir. ¡No importa si vas ya en el cuarto séptimo semestre de la carrera y te confiesas que desde el primero no fuiste feliz! Deja esa carrera y atrévete a hacer lo que haga cantar tu corazón de alegría. Nunca tengas miedo a la falta de recursos si te atreves a seguir tu fuente de gozo. Dios jamás desampara a alguien que se atreve a ser feliz. ¡Es parte de Su plan al haberte creado! ¡Cómo crees que te va a desamparar! Sólo no seas necio en querer saber anticipadamente qué vas a hacer para comer. Si generas chispas de gozo, precisamente la providencia se prende con cada chispa. Si no, del ya poco tiempo de vida que te queda, a ese aún le quitas más tiempo como oportunidad de vivir feliz. No todo lo que inicias lo tienes que acabar. Aprende esto de mí. Es una nueva conciencia, o por lo menos radicalmente diferente a la que nos dijeron al respecto. No te satisfagas tan sólo porque tienes algo que hacer. Si no te hace feliz, estás haciendo lo incorrecto. Mejor sería que no hicieras nada, dado el caso. Deseo que vivas muchas chispas de gozo. ¡Sácale chispas a tu vida! Sé más consciente de lo que sientes al mirar directamente a los ojos de tu ser querido y dile lo que sientes. Agradece poderse ver. Produce, sé consciente y agradece por ese sorbo de café, por tener una computadora o celular tan útiles, por tener esos hijos, por tener dónde dormir, por tener ropa tan bonita y funcional, por comer como comes, por tener agua caliente, por poder hacer lo que tanto disfrutas y que hasta por eso te paguen, por viajar, porque de momento no te duele nada y estás básicamente bien en tu cuerpo, por ver a Dios en tantas partes. Deseo que hagas conciencia del poco tiempo que tenemos como oportunidad para todo ello. Deseo que valores más el tiempo de esa manera y de ahí saques las agallas para hacer o dejar de hacer lo necesario para producir y vivir tantas chispas de gozo. Espero haber comunicado algo que te ayude a entender, porque sólo… «Si entiendes, cambias». –Alejandro Ariza Z. Muchas veces escuchamos que “el hubiera” no existe, y es correcto. Pero qué tal si gracias a que adquieres un nuevo conocimiento y sientes esa voz en tu interior que te dice “si lo hubiera sabido antes” resulta en el deseo de compartir el conocimiento con tus hijos y con nuevas generaciones para que ellos no lo digan. Yo creo que esto es un acto de amor, aquí es donde se puede sublimar el hubiera. Es el deseo de que ellos no vivan lo que uno vivió, sino que vivan mejor. Quizá de eso se trata la dicha de aprender, para poder enseñar. Por si no lo sabes, en esta línea de pensamiento, te tengo una grandiosa noticia: aquí en mi página de Internet (www.AlejandroArizaZ.com) con emoción he desarrollado una nueva sección de seminarios en línea (“webinars”) con información que realmente es de esa que no llega a decir: “...si lo hubiera sabido antes!”. Por ejemplo, mi webinar: “Aprendizaje acelerado”. ¿Te serviría incrementar tu memoria en más de 400% en menos de 10 minutos? ¿Te imaginas tener este conocimiento precisamente en este “regreso a clases”? ¿Te serviría leer un libro de 200 páginas en menos de 30 minutos y con una comprensión y retención de más del 90%? Todo esto y más, mucho más, comparto en este webinar que está disponible para ti las 24 horas del día, los siete días de la semana. ¿Te imaginas que tu hijo pueda disfrutar más su escuela y tener más tiempo libre al mismo tiempo que mejorar su rendimiento académico? O incluso tú mismo vivir una experiencia así. O algo mejor… que los dos se junten a estudiarlo, o incluso toda la familia. Te garantizo que más de uno lo dirá: “...si lo hubiera sabido antes”. Puedes tener acceso a este webinar, que será la mejor inversión para tus hijos, para ti, para tu familia, en este regreso a clases, haciendo clic aquí: Webinars de Alejandro Ariza Z. La misión de mi vida es “Ayudar a entender” para que te sientas bien, para que vivas mucho mejor. Y todo lo baso en la contundente premisa de que la única manera en que un humano puede cambiar es sólo cuando entiende. No sucede ningún cambio de ninguna otra forma. He ahí el poder transformador del entendimiento. Pero, ¿qué se necesita para entender? Nuevo conocimiento. Entender es como ir uniendo los puntos hasta que aparezca una figura y ahí descubras de qué se trataba todo. Pues bien, adquirir conocimiento es precisamente unir un punto con otro. Luego, se necesita más conocimiento para unir el siguiente punto, y así sucesivamente. Por eso aprender es el origen del entendimiento, la raíz de toda mejora en la vida. Y si vamos más atrás en esta cascada de eventos, ahora ¿qué se necesita para conocer? Humildad por aprender y deseo de mejorar. En esto radica el mayor desafío de las mayorías para mejorar sus vidas. El ego de cada uno de nosotros no nos permite darnos el tiempo para aprender más. ¿Para qué? Si ya sabemos “lo suficiente”. ¡Bienvenido al estancamiento en la vida! Así es como nuestro ego nos pone una trampa para no seguir mejorando, creyendo que ya lo sabemos todo, o por lo menos todo lo necesario para nuestro diario acontecer en el trabajo que realizamos. En mi caso, yo soy un aprendiz constante. ¡Me encanta aprender! Aprender ha transformado mi vida en una mejora continua, aprender ha sido una poderosa fuente de seguridad y paz, aprender es divino. Diario busco nuevos libros, blogs, webinars, conferencias, charlas de café con gente experta en determinado tema, cursos, diplomados, podcasts, etc., de los temas que me interesan. Y si algo me ha fascinado de la era que nos está tocando vivir es que hoy todo lo podemos hacer desde la comodidad de nuestra casa. ¡Caray, así o más fácil! La accesibilidad al conocimiento hoy en día es inmediata. Hoy no es imperativo el tener que desplazarse a algún aula, asistir a alguna institución, manejar, gastar en gasolina, vivir el posible estrés del traslado, ni nada por el estilo. Hoy, sentado plácidamente en la sala de tu casa, o en tu estudio, un día cualquiera hasta de pijama, ¡puedes aprender de los mejores! Estamos viviendo una época donde no hay pretexto para mejorar. De verdad, el único ingrediente que necesitas es tu deseo por mejorar. Eso, más tu humildad por aprender, es el origen de toda transformación propositiva en tu vida. Te invito a mejorar. Hoy es más sencillo que nunca. Hoy es más accesible que nunca. Hoy no hay límite de tiempo. Hoy no hay pretexto para no progresar como persona. Hoy tu deseo es tremendamente recompensado. Sí, hoy más que nunca. Fíjate bien cómo tus problemas económicos, si somos honestos, es por no saber. No sabías cómo se mueve el dinero, ni dónde invertir, ni los pasos necesarios para salir de deudas y que están demostrados como realmente eficaces, etc. Fíjate bien cómo muchos de tus problemas de salud son por no saber, no sabías qué alimentos te hacen daño y los comes a diario y cuáles te curan, así como no sabías tus niveles de triglicéridos o de presión arterial, te enfermas por no saber. Fíjate cómo tu vida de relación empeora por no saber, no sabías cómo perdonar, no sabías cómo volver a enamorar a tu pareja. ¡Y todo eso se puede aprender! Sólo requieres de tu deseo por mejorar y de tu humildad por aprender, porque hoy, el conocimiento lo tienes en la punta de tus dedos. Hoy tienes acceso a podcasts, webinars, libros, videoconferencias, incluso en tu teléfono celular. ¿Así o más cerca? En la palma de tu mano. Mi mayor deseo con la reflexión que te comparto hoy es que aproveches la época que nos tocó vivir para mejorar tu vida al alcance de tu propia voluntad. Que ya no digas, “...si lo hubiera sabido antes” con tu vívida queja permanente. ¡Vamos a mejorar tu calidad de vida! ¡Se puede! Porque recuerda… «Si entiendes, cambias». –Alejandro Ariza. PD.: La mejor inversión para este regreso a clases: webinar "Aprendizaje acelerado". Tienes el acceso directo haciendo clic aquí. |
Dr. Alejandro Ariza Z.Conferenciante inspiracional, autor, médico y empresario. ¿Te interesa recibir todas las publicaciones de Alejandro Ariza?
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Octubre 2024
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