El día de ayer me encontraba revisando mi libro La fuerza del pensamiento, ya que próximamente relanzaré la más nueva edición, actualizada y con nuevo formato, se trata de mi libro más veces reimpreso porque todos ustedes como lectores a lo largo de 20 años lo convirtieron en un "best-seller", así, este mes de marzo del 2019, llegará la versión actualizada y en un formato hermoso. En mi revisión de los textos, me llevé una sorpresa al recordar que tengo ahí todo un capítulo dedicado al "Amor y amistad". Era el año de 1999 cuando escribí ese capítulo. Lo leí con profunda atención y envuelto en absoluto silencio. ¡Es un texto tan actual! Sí, porque el amor y la amistad no tienen caducidad. Es un tema de actualidad permanente para el corazón del hombre. Así, de entrada, te diré una frase que leí ayer mismo en mi libro: "La distancia entre lo real y lo ideal debería ser casi nula cuando se trata de la amistad". Tan cierto esto. El diccionario de la Real Academia Española define la amistad como: "Afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato". Se trata de un nexo de relación, el más antiguo en la historia de la humanidad.
Soy un hombre de muy pocos amigos, y me ufano de ello. Aristóteles decía: "Quien se siente amigo de todos no es amigo de nadie". Es impresionante vivir una sesión de edición de tu propio libro, y sorprenderte de algo que escribiste hace 20 años y sigues manteniendo la misma filosofía. Un momento así de mágico y de sensible confrontación viví anoche. Sí, he desarrollado la creencia de que la amistad, lo que se llama verdaderamente "Amistad", es muy selecta, o así debería ser. El problema, que lo he explicado en varias de mis conferencias, es que la palabra "amigo" mucha personas la usan indiscriminadamente y de esa manera pierde su valor. Para mí, llamarle a alguien "amigo" es casi un título nobiliario. Permíteme hacer referencia a un texto, De la Ética nicomaquea, en el apartado de "La amistad según Aristóteles" ya que la definición del diccionario se queda corta cuando de analizar la amistad se trata. Los antiguos consideraban que la amistad se contaba como la mayor de las virtudes, que era un elemento esencial para la plenitud o la felicidad en la vida. Dice Aristóteles: "Sin amigos, nadie escogería vivir, aunque tuviera todos los demás bienes". Según este célebre filósofo, la amistad es un estado de carácter, una virtud. Sin embargo, él distingue tres tipos de amistad y yo juzgo menester distinguir bien entre estas tres "clases" de amistad para evitar frustración y dolor por ignorancia de su existencia:
Quienes se profesan amistad se desean mutuamente el bien, de acuerdo a los motivos de su amistad; consecuencia de este entendimiento y del conocimiento de las tres clases de amistad, aquellos cuyo motivo es la utilidad se profesan amistad sólo en medida de que algún beneficio mutuo surja de ello. Hay un interés de ambos en vivir esa relación, ambos saben que algo ganan por entablar ese nexo que llaman amistad, y está bien. Está bien mientras ambos ganen. Aquellos otros cuyo motivo es el placer se encuentran en la misma situación. Entablan la relación porque son gratos para sí mismos y ya. Ambos tipos de amistad existen y están bien. Se ama al amigo en la medida de que nos es útil o placentero, en los análisis previamente citados. Cuando no sabes esto y crees que la amistad es sólo aquella desinteresada, sufres. Sufres por no saber. Como todo, la ignorancia es auto-dañina. Aunque aquí he de decirte lo que afirma Aristóteles de estas dos primeras clases de amistad: son propensas a la disolución si ambas partes no continúan igual. Es decir, este tipo de amistad –también apréndelo– pueden llegar a desparecer, a diluirse en nada en virtud de haber terminado la ventaja por el encuentro o desaparecido la frecuencia con la que se complacían por su mera presencia. Aprende que la utilidad en una relación no suele ser permanente sino mudable, así, cuando el motivo que los hizo amigos desaparece, la amistad se disuelve, sólo existía, auténticamente, por las circunstancias. Estoy seguro que así entenderás por qué se llamaban amigos aquellos que trabajaban en la misma empresa hasta que uno de ellos la abandona y ahí la amistad desaparece, mudándose a una nueva amistad en la siguiente ventaja por una nueva relación. Así funciona la amistad por utilidad, es normal y está bien. Permíteme, siendo febrero, mes del "Amor y la Amistad", y estando próxima la fecha, hablarte brevemente de lo que podría ser la "amistad perfecta": Aquella que subsiste entre aquellos que son buenos y cuya similitud se encuentra precisamente en su bondad, por lo que se desean el bien de modo similar; y son amigos por el amor que sienten al profesarse el bien y sin tener relación con ningún resultado. Por eso ser amigo, amigo de este nivel, amigo de esta clase, es privilegio de casi otra raza de hombres, esos seres excepcionales que desean el bien a alguien, ni siquiera por ese alguien, sino porque ellos mismos son buenos de verdad. Y si dos seres de este nivel se encuentran, la amistad durará de manera sublime mientras sigan siendo buenos, y es que la bondad, como la afirma la Filosofía, posee un principio de permanencia. Ciertas personas buenas, ¿pueden dejar de serlo? Sí, excepcionalmente, pero lamentablemente sí. Yo mismo conozco muy de cerca a quien fue bueno, pero los golpes que se procuró en la vida, fueron mermando su bondad. La amistad, por consecuencia, se va desvaneciendo en sus relaciones de virtud más cercanas. He de decirte que las amistades de virtud, son por fuerza raras, pues raros son los seres humanos de esta clase, de este nivel, de esta altura. Y aún imaginando que seas o te encuentres con alguien así, una amistad de esta gran clase requiere además de tiempo e intimidad pues, como dice un proverbio, «Los hombres no pueden conocerse hasta que hayan comido juntos la necesaria cantidad de sal», y jamás habrá intimidad mientras cada cual no se haya revelado abiertamente al otro y esa total exposición de su ser no le haya demostrado al otro que le es apropiado para la amistad, y así ambos. Unas últimas palabras en la editorial de hoy... quienes comienzan apresuradamente un intercambio de "actos amistosos" pueden sentir, sin duda, el deseo de ser amigos, pero esto es algo que dista enormemente de serlo. La apetencia de la amistad puede surgir rápidamente, pero jamás así la amistad misma. Deseo que estas líneas te traigan Luz a tu vida de relación y espero que pases un muy feliz 14 de febrero con una Nueva Conciencia del Amor y de la Amistad. Con afecto... –Alejandro Ariza Z.
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Dr. Alejandro Ariza Z.Conferenciante inspiracional, autor, médico y empresario. ¿Te interesa recibir todas las publicaciones de Alejandro Ariza?
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