Toda la vida hay tentación para comer algo que terminará haciéndote daño o favoreciendo que subas de peso, en algunas temporadas –como ésta– mucho más. Desde haber comido tanto que absurdamente por lo mismo ya mejor te auto-indultas y te sigues y pones una fecha de inicio para adelgazar en días más adelante, cuando bajo tu criterio ya no existan tantas tentaciones, o si admirablemente ya llevas un tiempo con una sana e inteligente alimentación consciente, empieza a pasar por tu cabeza el permiso ocasional para una o dos picaditas de esto o aquello, "solo una mordidita".
En mi modelo de alimentación consciente, el éxito consiste en transformar a tu cuerpo en una "máquina quema-grasa" súper eficiente durante las 24 horas del día. Si asistes a alguno de mis webinars del tema o vas a consulta y sigues mis recomendaciones, con tus propios ojos podrás ver cómo reduces una a dos tallas en tres o cuatro días, cómo bajas hasta siete kilos en una semana, pero sobre todo... ¡lo extraordinariamente bien que te sientes todo el tiempo! Y eso se logra entrando en un estado de cetosis, es decir, obligando al cuerpo a que obtenga su energía a partir de la quema de grasas por haberle quitado los carbohidratos como fuente principal. Ya lo he explicado varias veces, ese es el éxito del protocolo "vive paleo" o la "dieta Atkins" o el tratamiento con productos Ysonut o cualquiera de tantos modelos que hay con otros nombres, pero que en la aplicación práctica son básicamente lo mismo, el mismo éxito para bajar de peso eliminando grasa: ¡eliminar totalmente el exceso de carbohidratos! Cuando empiezas a bajar de peso tanto y a sentirte tan espectacularmente bien, ya le piensas dos veces en caer en tentaciones. En pocos días te asombra cómo "se te va" el deseo por comer cosas dulces y si te atrevieras a morder algo con exceso de azúcar o jarabe de maíz algo en fructuosa, ¡sientes cómo "te da el golpe" mega dulce y ya no te gusta como antes! Hasta durante horas pasas tu lengua por el paladar y detectas cómo se queda ahí algo desagradable y te sorprenderá cómo es que antes te gustaba tanto. Sabe algo delicado: si "caes" en la tentación de una comida sin límite, con exceso de azúcar, bastará esa vez para que tu cuerpo tarde ¡cuatro días más en retomar su estado de quema-grasa!, aunque esos cuatro días ya estés una vez más con alimentación consciente. ¡¡¡¿Te das cuenta?!!! ¿Valdrá la pena caer en la tentación? Fíjate que la abrumadora mayoría de la gente que caen en la tentación, inmediatamente después afirman que no valió la pena. Sienten que tanto "esfuerzo" para echarlo por la borda en un momento, definitivamente no vale la pena. Me encanta la metáfora que mi colega y amigo Ludwig Johnson dice con su muy particular estilo: "Cuando te pongan un plato de pizza frente a ti, primero ve bien si debajo del plato están los 10,000 dólares que te deben dar a cambio de que te comas ese triángulo de pizza ¡para que valga la pena! Busca bien ese dinero incluso por ahí cerca, pero si no lo encuentras, si no te lo dan ahí mismo hasta en efectivo, ¡no vale la pena!". ¡Hay tanta fuerza en esta metáfora! Mis sugerencias para resistir a las tentaciones son las siguientes:
Te afirmo algo: es tremendamente empoderante, impresionantemente fortalecedor, increíblemente generador de orgullo propio, el mantenerte dentro de tu alimentación consciente. Llegará un momento donde para ti no es "mantenerte" sino ser y estar en lo normal. Tus ojos empezarán a ver con terrible asombro cómo los demás se hacen tanto daño tanto tiempo. Querrás gritarles que se detengan y que conozcan lo que tú, pero será siempre inútil, la gente está totalmente sorda a los "buenos consejos" porque en estos temas y niveles no se oye con los oídos, se escucha solo hasta que se sucede el deseo que es la llave que abre el entendimiento. Se escucha solo con el entendimiento. Si la gente poco a poco empieza a respetar lo "raro" que te ven con tu alimentación consciente, en justicia, respeta que ellos todavía no descubren la maravilla que tú ya. Siempre piensa dos veces si vale la pena caer en la tentación. Verás que lo hermoso de convivir es estar con quien amas, pudiendo hacer tantas cosas juntos, y no solamente comer excesos en cómplice compañía de... ¿quien amas? –Alejandro Ariza. PD: Y si aún así caes en la tentación... ¡ya decide gozarlo intensamente! y retomar tu alimentación consciente de inmediato y feliz de que puedes regresar a lo normal. ;)
1 Comentario
J. Jesús Pizano
1/1/2016 12:49:32 pm
Muy bueno. La salud es primero.
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